Argentina es el país de la región donde más inversiones realizó en los últimos dos años. La empresa negó que vaya a sustituir por importaciones la producción local.
La multinacional PepsiCo afirmó que la Argentina es el país de Latinoamérica donde la compañía realizó las mayores inversiones en los últimos dos años, de US$ 30 millones, y subrayó que en ningún momento la empresa contempló sustituir por importaciones la producción local, que este año será un 2% mayor que en 2016, y de la cual el 25% se exporta a los países vecinos.
“El hecho de que PepsiCo haya decidido invertir US$ 30 millones es porque está viendo algo bueno en Argentina: es el único país donde se invirtió tanto dinero en los últimos dos años dentro de Latinoamérica”, destacó a Télam el gerente de Agronegocios de PepsiCo Cono Sur, Nelson Campos.
Puntualizó Campos que la empresa “está haciendo una apuesta grande por Argentina, por lo que está sucediendo a nivel político y económico en el país y por lo que va a suceder” y remarcó que “la modernización de la planta de Mar del Plata y de su línea de proceso va en esa dirección”.
Por su su parte, la gerente de Asuntos Corporativos del Cono Sur de PepsiCo, María José Echeverría, remarcó que “nunca estuvo en la proyección de la compañía de PepsiCo en Argentina sustituir producción nacional por importación”.
“Efectivamente, cuando en junio se cerró la planta de producción de Florida, en la provincia de Buenos Aires, se dijo que PepsiCo iba comenzar a importar productos de Chile”, señaló Echeverría, quien explicó que, “en ese momento, se importó puntualmente una cantidad de productos porque se preveía que durante el proceso podría haber cortes en la producción por el cierre de la planta de Florida”.
Sin embargo, remarcó que “fueron importaciones sumamente puntuales y específicas que no llegaron a representar el 5% en volumen de lo que PepsiCo vende en Argentina y menos del 1% en valor”, y puntualizó que “fue para cumplir con los compromisos comerciales asumidos”.
Echeverría precisó que “lo único que se importa son las papas de tubo, las Staxx, porque hay solo dos plantas en Latinoamérica que las producen, en Chile y México”.
La ejecutiva puso de relieve que “Argentina es país exportador a Paraguay y a Uruguay” y precisó que “en 2016 se exportó el 25% de la producción local a esos países y está previsto mantener y aumentar esa proporción a partir de la capacidad de la planta de Mar del Plata”.
Al respecto, Campos subrayó que “se invirtieron US$ 30 millones en máquinas de última tecnología en Mar del Plata” y aseguró que “esta planta modelo, que estará lista para diciembre, será la más moderna de Latinoamérica y estará entre las cuatro más potentes del mundo”.
Destacó que “PepsiCo comprará en Argentina este año 50.000 toneladas de papa y 10.000 de avena y 2.000 de maíz, en lo que invertirá US$ 22 millones” y señaló que “las condiciones se están dando para que la producción se amplíe este año en un 2% y el año que viene crezca de manera más sostenida”.
“Estamos desarrollando un grupo de productores en las provincias de Buenos Aires y Tucumán, y vamos produciendo materia prima; son 11 productores de papas, 2 de maíz y 10 de avena”, precisó el ejecutivo.
Al respecto, Daniel Muñoz, productor de avena y papa de la localidad de Tandil, indicó a Télam que la vinculación que tiene con PepsiCo es a través de “agricultura de contrato, que establece previamente la cantidad que la empresa va a adquirir y el precio que va a pagar, lo que da previsión para producir”.
“Con este tipo de modelo, uno se integra directamente con una cadena de transformación como es la de PepsiCo”, señaló Muñoz, quien destacó que “cuando comenzamos teníamos dos trabajadores y hoy, tenemos treinta”.
Explicó que “lo que producimos no son variedades de papa que se encuentran en el mercado fresco ni en otros mercados, como puede ser la papa de bastón sino un producto especialmente realizado para PepsiCo, con una calidad diferente, que significa el empleo de una tecnología distinta a la habitual”.
Las expresiones de la compañía se producen en el marco de una situación en la que algunos despedidos, junto a distintas organizaciones gremiales y políticas, pugnan por que se logre la presentación en el Congreso de un proyecto de expropiación de la planta de Florida, y su transformación en una cooperativa.